Desde chico escuchó hablar de Fayón, un pequeño pueblo Aragonés que supo existir a orillas del río Ebro, donde nació su padre.
De este pueblo de apenas 600 habitantes, que en el otoño de 1967 fue inundado por completo, queda únicamente a la vista el campanario de su iglesia.
En el receso de invierno decidió visitar y ver con sus propios ojos sus raíces.
Conocerlo implicó un viaje en auto desde Euskadi a Catalunya, pasando por Aragón, con un clima
muy variado, desde los -3°C en Zaragoza hasta los 18°C en Blanes.
Aquí las fotos.
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